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07 Marzo 2019

Desde Euskadi Lagunkoia queremos celebrar el día internacional de las mujeres revindicando la situación de las mujeres mayores y el importante papel que representan en la sociedad actual. Cuando hablamos de mujeres mayores, hablamos de diversidad, de personas con diferentes estilos de vida, realidades y necesidades. No obstante, existen algunas características en común en la vida de las mujeres mayores, como puede ser el impacto de la socialización de género en el proceso de envejecimiento.
En la actualidad las mujeres mayores sufren una doble discriminación, de edad y género, que invisibiliza su contribución a la sociedad. Por un lado, los roles tradicionales asociados a las mujeres han estado centrados en el ámbito familiar, doméstico y de cuidado, trabajos no reconocidos socialmente. Los cuidados de las personas en situación de dependencia, discapacidad o vulnerabilidad han recaído tradicionalmente en las mujeres, y siguen siendo estás quienes en su mayoría se encargan tanto en el espacio público, como el privado de este trabajo. Las mujeres mayores son un importante agente de cuidado que detentan bajo su responsabilidad el cuidado y bienestar de diferentes generaciones.
Sin embargo, no se puede limitar el trabajo de estas mujeres al espacio privado y de los cuidados. Las mujeres mayores aportan mucho más a la sociedad. Si nos paramos a observar el perfil más común dentro del voluntariado, comprobaremos que un gran porcentaje de las personas voluntarias son mujeres mayores de 50 años, especialmente en las asociaciones de intervención social. Las mujeres mayores trabajan por la transformación social, siendo la estructura de gran parte del asociacionismo y voluntariado. Aun así, los diferentes organismos directivos del tejido asociativo están ocupados por hombres, mostrando la dificultad de las mujeres para llegar a cargos de responsabilidad y poder debido en gran medida a la socialización de género.
Dentro de los estereotipos hacia las mujeres mayores, cabe destacar las conductas claramente edadistas, como preguntar sistemáticamente por su salud, halagarlas por aparentar menos edad, así como sorprenderse cuando acuden a manifestaciones, puesto que consideran que ello es atípico en ciertas edades. Igualmente, el estereotipo más extendido es aquel que considera a la mujer mayor cómo abuela, creyendo que este es su valor y función principal, cuando pueden existir mujeres mayores que no son abuelas, o que bien siéndolo, esta característica no supone un rol identitario para estas.
Es importante también señalar otro de los estereotipos vinculados al edadismo, como es la creencia de que las personas mayores carecen de conciencia de género y se encuentran a favor de la permanencia de los roles tradicionales. Los primeros movimientos sufragistas nacieron a principios del siglo XX, por lo que el feminismo no se trata de algo exclusivo de las generaciones más jóvenes. Fue la generación de mujeres mayores la que inició la lucha por la igualdad de derechos. Pero también en este camino están muchos hombres que acompañan y apoyan esta reivindicación y se posicional al lado de las mujeres.
En este día, mujeres y hombres protagonistas del movimiento de amigabilidad de Euskadi, nos muestran sus rostros para celebrar el 8 de marzo y visibilizar a las mujeres que lideran esta iniciativa de acción comunitaria por unos entornos de vida más amigables con las personas mayores.
Finalmente, queremos felicitar a todas las mujeres, y agradeceros a todas las personas y municipios vuestra participación en esta campaña. Agradecimientos especiales para: Aretxabaleta Lagunkoia, Bilbao amigable +60, Bizi Igorre, Ordizia Lagunkoia, Antzuola Lagunkoia, Lekeitio Herri Adeitsua, Bermeo Lagunkoia, Ermua hiri adeitsua adinekoekin y Donostia Lagunkoia.
Nerea Almazán
Equipo Euskadi Lagunkoia
Ordizia
Ermua
Antzuola
Bilbao
Donostia
Bermeo
Lekeitio
Igorre
Aretxabaleta