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25 Noviembre 2021

Federico Armenteros Ávila es el fundador y Presidente de la Fundación 26 de Diciembre. El próximo 1 de diciembre participará en la V Jornada de Buenas Prácticas Europeas en Amigabilidad que se celebrará en Vitoria-Gasteiz. Bajo el título “Mayores y LGTBI” nos explica mostrará los pasos que han ido dando para trabajar en favor de una sociedad inclusiva.
¿Por qué se llama así la fundación (26 de diciembre)?
El 26 de diciembre de 1978 se derogó la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, una ordenanza que hasta el año 1970 se llamó de Ley de Vagos y Maleantes, que aún sonaba peor.
¿Qué queda de aquella época? ¿Hemos evolucionado?
Quedan recuerdos dolorosos que no se han cerrado, porque hemos pasado de puntillas social e individualmente. Amargura y sensación de robo de tiempo… no hemos podido desarrollarnos libremente, con el coste en salud mental que esto conlleva.
Es evidente que hemos evolucionado porque tenemos leyes que nos protegen. Por lo menos en papel, que lo aguanta todo. Aunque ya no nos meten en la cárcel ni en psiquiátricos, queda seguir construyendo la normalidad social. Esto lo vemos por el avance de discursos e ideas homófobas, que están sacando la cabeza y, sobre todo, haciéndose visibles en entornos cercanos. Podemos ver la botella medio vacía o medio llena.
¿Por qué crear residencias para las personas LGTBI?
La sociedad del siglo XXI es una sociedad plural y diversa. Una parte de esta sociedad, conscientes de estas realidades, estamos deconstruyendo un modelo heteropatrialcal de sociedad que no nos sirve. Esto implica hacer visible la diversidad, que ésta conquiste sus espacios. De esta manera conseguiremos que las personas diversas tengan un espacio en el que puedan crecer como comunidad. Es necesario para construir una sociedad inclusiva, una sociedad de y para todes. Pensemos en las residencias de religiosos, ¿nos preguntamos por su necesidad?
Comentas que las personas mayores LGTBI están solos y mueren solos y piensan en el suicidio como única manera de terminar con su vida. ¿Cómo hacéis frente a estas situaciones?
Primero, hemos tenido que hacer un viaje a sus realidades: conocer vidas ocultas, personas aisladas, miembros de un colectivo dañado que se cree sin derechos y sin sitio en esta sociedad. En nuestro trabajo construimos espacios de encuentro, de conocimiento y reconocimiento, trabajando con las personas: dándoles voz, participación y servicios especializados. Así conseguimos que se sientan seguros e importantes, y les acompañamos para que sigan teniendo proyectos de vida. Les empoderamos y animamos a construir un futuro ilusionante y participativo.
Participación activa en la sociedad. Historias, vivencias, conocimiento… ¿Cómo se puede dar voz a las personas mayores? ¿Qué actividades desarrolláis en la asociación?
La Fundación cuenta con un equipo profesional especializado y multidisciplinar, y con un voluntariado intergeneracional, que trabajan para apoyar y acompañar a las personas en su desarrollo personal, teniendo como meta la autonomía.
Las actividades que ofrecemos están basadas en dos principios. Por un lado, la atención integral y centrada en la persona en temas de cuidados: ¿cómo quieres que te cuidemos?. Y por otro, la participación activa en proyectos socioculturales, políticos, de salud...
Contamos con SAD, pisos tutelados, talleres de teatro, lectura, viajes, organizamos exposiciones, conferencias… Y participamos de manera activa en otras organizaciones afines como CESIDA, UDP, MERP, AGE, además de colaboraciones y acuerdos con distintas administraciones.
¿Participa la asociación en el desfile del día del Orgullo? ¿Sale alguna carroza con gente mayor? ¿Debería?
Si, desde el nacimiento de la Fundación en 2010, hemos participado activamente en el Orgullo LGTBI, porque consideramos muy importante visibilizar la realidad, de las personas mayores. En los primeros años marchábamos a pie y, ya en los últimos hemos contado con una carroza, dejando constancia de que las personas mayores LGTBI seguimos en la lucha, en la reivindicación.
¿Cree que algún día dejaremos de hablar del colectivo LGTBI y la situación se verá por fin normalizada?
Yo creo que no, porque es necesario hablar de la diversidad. Somos una sociedad diversa y visible. ¿Por qué en el caso de los equipos de futbol no nos planteamos dejar de hablar de equipos y hablar solo de España? Pues no habría juego, ¿con quien jugarían?
¿Le gustaría añadir algo más?
La necesidad de trabajar por una sociedad inclusiva donde las diversidades son reales.