Los mayores de la anteiglesia definen una veintena de acciones englobadas en las áreas de edificios públicos y espacios al aire libre.

Los ciudadanos más veteranos de Abadiño continúan trabajando para hacer el municipio más amigable. Tras el paréntesis navideño, las personas mayores que integran el colectivo Abadiño Lagunkoia han reanudado las actividades centrándose, en esta ocasión, en los grupos de diseño. En total se han reunido 38 personas, organizadas en cinco grupos, y coordinados por miembros del equipo motor preparados para ello.

«Estamos invirtiendo muchas horas en reflexionar sobre las acciones que se han propuesto», resaltan desde el movimiento, que se ha embarcado en este reto «sin apoyos externos de empresas asesoras», apuntan. «Para nosotros se trata de una 'terra ignota' en la que no sabemos a ciencia cierta si lo que estamos proponiendo es lo conveniente o no», reconocen desde Abadiño Lagunkoia.

Sin embargo, han decidido arriesgarse «sin miedo al posible error, porque nos importaba más fomentar la participación de los mayores que hacer un tratado técnicamente correcto» matizan. Las sesiones de trabajo, «nos van dando la razón». En este sentido, han abordado la definición de indicadores de veinte acciones englobadas en el área de edificios públicos y espacios al aire libre. «Nos queda, cuando terminemos el bloque, hacer una valoración global del mismo y presentarlo a los técnicos y políticos de nuestro municipio», aclaran.

Pero lo que a juicio del equipo motor de Abadiño Lagunkoia es más importante, es que la iniciativa se desarrolla «en un ambiente de cordialidad y compañerismo, de apoyo mutuo que está haciendo que, más allá de hasta donde lleguemos, nuestra andadura habrá merecido mucho la pena», revelan.

(Fuente: El Correo)

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